Durante muchos años sentimos la “incomodidad” de estar sujetos a entornos de trabajo rígidos, sustentados en metodologías tradicionales que son útiles en muchos casos, pero no efectivas a lo largo de un ciclo completo del proyecto; esta “incomodidad” nos llevó al estudio y evaluación de diferentes entornos de trabajo que pudieran tener mayor efectividad en la forma de gestionar ideas en mercados de continuo cambio, adopción tecnológica, velocidad de entregas o adaptabilidad a las expectativas de nuevos usuarios, que en general representan las condiciones actuales del entorno.
Con estos parámetros se identificaron cuáles eran los principios que compartían los proyectos exitosos al abordar, gestionar y entregar un proyecto de casi cualquier disciplina.
Encontramos que el inicio está dominado por el “chip” mental de la innovación colaborativa y la ejecución por el “chip” mental de la colaboración productiva, es decir ¡los principios para llevar una idea a un resultado medible son situacionales! Con esta premisa decidimos establecer principios de acuerdo con la evolución de los proyectos estudiados. La idea era identificar el cambio de “chips” en la mentalidad del líder y sus equipos de trabajo para adaptarse a las fases del proyecto y las iteraciones constantes entre ellas.
Con esta premisa identificamos 8 principios, de los cuales 3 son compartidos a lo largo de todo el proyecto y los otros 5 son dominantes en algún “chip”. Para entender cómo se comportan anexamos un gráfico que interpreta como el cambio de “chip” de estos principios sea adecua al nivel de madurez del proyecto, esta transición va desde la programación hasta la entrega. Aunque no se pueden considerar en términos absolutos, si es de gran valor entender la dominancia de cada principio para entender el comportamiento de los equipos de proyecto en una innovación colaborativa o en una colaboración productiva.
Principios dominantes en la innovación colaborativa
Centrado en el ser humano
La empatía es vital en la visión innovadora; muchos de los desafíos que intentamos resolver no los vivimos, debemos centrarnos en las necesidades del cliente/usuario para comprender lo que hacen las personas, cómo interactúan con su entorno e interpretar su realidad.
Las mejores soluciones pueden surgir de ideas sobre el comportamiento humano, observar a las personas ayuda a obtener nueva información, lo que a su vez conduce a soluciones innovadoras. Esto también podría aplicarse cuando se trata de reorganizar un equipo al abordar problemas impredecibles.
Comodidad en el cambio
Muchos tenemos miedo al cambio, sintiéndonos cómodos con el “status quo”; sin embargo, la complejidad y subjetividad actual requiere de una nueva forma de pensar que conviva con métodos tradicionales o procesos conservadores de toma de decisiones. Equilibrar la sensación de seguridad con la sensación de logro en un cambio hace que el trabajo pueda llegar a ser estimulante, además de alentar la innovación.
Pensamiento expansivo
El pensamiento expansivo busca múltiples formas de resolver un problema o mejorar una situación, en lugar de tratar de pensar en una solución perfecta pensamos en reformular el problema o verlo desde todos los ángulos imaginables para obtener varias soluciones posibles; está bien que la mayoría de las ideas que se le ocurran a tu equipo no terminen funcionando. Hay momentos en que se puede alentar a cometer “errores”, que mejor que sea en las etapas tempranas de un proyecto donde está la gran oportunidad de crear un valor inesperado.
Principios compartidos en todo el ciclo de proyecto
Generar valor
Cuando convertimos el valor en un concepto abstracto perdemos ese sentido tangible de lo que realmente significa en el resultado final; los productos de valor real están integrados con formas específicas de servir a clientes internos o externos.
Respeto por la gente
Las personas deben ser tratadas con dignidad y respeto, lo que se puede demostrar con acciones simples pero poderosas; el respeto es la piedra angular de los buenos equipos y promueve los equipos colaborativos.
Mejora continua
Los líderes deben crear un entorno en el que se fomente la experimentación dentro de las limitaciones del proyecto si el objetivo es un ciclo de mejora continua; una atmósfera de mejora continua puede impulsar la innovación que beneficiará a todo el flujo de valor. Se trata de colaborar, compartir ideas y refinar enfoques para adaptarse a la forma en que se descubren, aprenden, prueban y generan nuevas soluciones.
Principios dominantes en la colaboración productiva
Eliminación del desperdicio
Promover esquemas de ejecución colaborativa para entender y evitar el desperdicio, eliminando todo lo que nos quite valor en la cadena productiva: errores, sobreproducción, tiempo perdido, subutilización de talento, movimientos innecesarios y mayor calidad de la requerida.
Enfoque en el flujo
Promover equipos de proyecto enfocados a eliminar los pasos que no agregan valor centrándose en la eficiencia del flujo mejora la satisfacción del cliente, genera más demanda y hace más eficiente el uso de los recursos. Al incorporar técnicas de planificación basadas en el compromiso estamos priorizando la eficiencia del flujo y reemplazando los sistemas que hacen lo contrario.
Entender como apican estos principios en cualquier emprendimiento te permitirá establecer las bases de la comunicación y entendimiento entre equipos internos y externos; desarrollando un esquema flexible que se adapte a cualquier fase del proyecto.
Extracto del libro “Inteligencia Situacional de Proyectos”. Autor: Arq. Héctor Montanaro Sánchez