El riesgo como un factor existente para las pequeñas y medianas empresas

Al hablar del “riesgo” como concepto en el ámbito corporativo es muy común que se piense y discuta sobre este concepto relacionándolo exclusivamente a las grandes empresas o a las empresas financieras como los bancos, las casas de bolsa, las aseguradoras, entre otras.

Lo anterior de cierta forma hace sentido ya que por lo general son las grandes corporaciones aquellas que cuentan con los recursos para establecer departamentos de control y mitigación de riesgos y son las empresas financieras las que están obligadas, por la regulación que les es aplicable, a mantener amplios y complejos controles del riesgo, sin embargo, el riesgo realmente es un concepto que toca a todas las empresas, es cierto que en grados distintos dependiendo de sus singularidades, pero abarca a las empresas en general, por lo que creemos oportuno escribir unas breves líneas sobre el concepto y sobre como empezar a mitigarlo y administrarlo, incluso al ser una pequeña o mediana empresa.

El riesgo es sencillamente la posibilidad de que ocurra un evento adverso, es decir, es algo que es posible que ocurra pero que no deseamos ni esperamos que ocurra por las consecuencias negativas que conlleva.

Si se piensa en ello, el riesgo es un concepto inherente de cierta forma al comercio, a los negocios y a las inversiones, es muy difícil pensar, si es que es posible, en alguna operación comercial que de alguna u otra forma no conlleve algún riesgo. Algunos ejemplos muy sencillos de riesgos comunes son; que no nos pague nuestra contraparte, que no se entregue el servicio, que ocurra algo en el trayecto de nuestra mercancía o equipo, que nos nieguen o revoquen permisos o autorizaciones necesarias para la consecución de nuestro negocio, que ocurran movimientos adversos en el mercado, que la reputación de la empresa se vea comprometida; entre muchos otros que puedan ocurrir.

Como se puede contemplar líneas arriba, es difícil pensar en algún negocio que no se encuentre mínimamente en contacto con algún riego, si no es que con varios, por lo que es prudente que los empresarios y los negocios se familiaricen con el concepto e identifiquen como se puede aplicar a sus distintas operaciones.

No es el propósito de este texto desarrollar en detalle cómo se construye una metodología de riesgo o cuáles son las distintas clasificaciones de riesgos que puede haber (que son muchas y muy variadas) y como aplicarlas a un negocio en particular, lo que se propone más bien es crear conciencia de la existencia real del riesgo en la gran mayoría de las operaciones comerciales y proponer que no sea ignorado, incluso aunque no se sea una gran corporación multinacional o una institución financiera obligada a establecer controles y metodologías de riesgo.

Proponemos un inicio tan sencillo para las pequeñas y medianas empresas en el control de riesgos como es empezar a hacerse preguntas; ¿a qué riesgos estoy expuesto? ¿qué controles esenciales tengo? ¿se cuenta con la documentación y los procesos escritos para que mi personal actúe de forma prudente y no cause riesgos innecesarios? ¿cuento con los documentos legales necesarios para amparar mi operación? ¿analice bien a mi contraparte?

Las de arriba son solo ejemplos de preguntas que puede ser útil realizar, pero existen muchas otras con las que se puede llegar a respuestas de gran importancia, una vez teniendo las respuestas, es prudente tenerlas por escrito y desarrollar un documento, siendo cada vez más especifico en los riesgos que existen, los controles que se tienen (o no se tienen) y cómo y cuándo se van a implementar.

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Esta publicación se realiza solo para efectos educativos e informativos y de ninguna forma constituye asesoría en inversiones, legal, fiscal o de cualquier otro tipo.
Luis Montanaro Ascencio
Luis Montanaro Ascencio

Luis Rafael Montanaro Ascencio es licenciado en derecho con amplia experiencia como abogado in house en el sector Fintech, participando en proyectos relacionados al derecho corporativo, mercantil y financiero. Trabajó activamente en la autorización de la primera Fintech regulada en México y ha colaborado en diversos proyectos innovadores del sector legal.

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